Esto permitirá que el hipotético "iPhone 8", lleve una pantalla OLED flexible que llegará hasta el borde del dispositivo y se eliminen los marcos superior e inferior.
De algún modo, tecnologías como la cámara y el sensor Touch ID se integrarán debajo de esa pantalla. El 2017 será el año en el que el iPhone cumpla diez años. Sería un buen momento para que Jonathan Ive, máximo responsable del diseño de los dispositivos de Apple, vea cumplido su sueño de que el teléfono sea simplemente la pantalla y nada más en apariencia externa, ocultando toda la tecnología bajo ese panel.
Al mismo tiempo, esto hace que se refuercen las apuestas por una mejora más bien simple y lineal en el iPhone 7, teléfono del que deberíamos saber detalles oficiales sobre su lanzamiento en menos de tres o cuatro semanas.
Fuente: applesfera