En tanto, el sargento de la Policía local Don Coppola sostuvo que "la situación está contenida" y que es poco probable que el tirador "este suelto", luego que se desatara el tiroteo. No obstante, una vocera de la Policía, Casey Rayborn Hicks, advirtió que podría haber dos sospechosos sueltos, informó la cadena de noticias CNN.
Mientras se multiplicaban los rumores y crecía el temor por un nuevo ataque contra la Policía, las cadenas televisivas mostraron imágenes en las que se escuchaban los tiros y luego a la policía acordonando la zona y varias unidades de fuerzas especiales de los SWAT rodeando el lugar.
El gobernador de Luisiana, Jon Bel Edwards, calificó este hecho "como detestable e injustificable" en tiempos "que necesitamos unidad y sanarnos" y confirmó que "todas los recursos disponibles del estado serán usados para asegurar que los perpetradores sean llevados rápidamente a la justicia".
Este tiroteo contra policías tuvo lugar dos días después del entierro de Alton Sterling, un hombre negro de 37 años que vendía CDs frente y que murió a manos de dos agentes blancos que acudieron al lugar por una llamada anónima que denunciaba la presencia de una persona que amenazaba a los transeúntes.
Fuente: Télam