Tras cientos de idas y vueltas, se terminó la novela: esta tarde se oficializó la creación de la Superliga en el fútbol argentino. Fue en el marco de una Asamblea Extraordinaria de la AFA.
El nuevo formato para la Primera División y la B Nacional, que serán independientes y con una cúpula organizadora separada de la AFA, aunque estén dentro de la misma, comenzará a jugarse el viernes 19 de agosto. El objetivo primordial de esta nueva competencia era generar mayores ingresos para los clubes.
Mario Giammaría, Presidente de la Asociación Rosarina de Fútbol, fue el único asambleísta que votó en contra de este nuevo campeonato. "La Superliga es un copy-paste que no mejora lo que tenemos", dijo el dirigente y agregó: "Es un suicidio en defensa propia. No todo es dinero, también hay pasión".
Con 70 votos a favor, se terminó de sellar este acuerdo que logró llegar a buen puerto luego de la renegociación del reparto de dinero con los clubes del ascenso: el Estado pasará de aportar 1800 a 2500 millones de pesos.