Además aclaró que "el retraso en el precio es menor al del sistema eléctrico porque en los últimos dos años la administración anterior reconocía un precio diferencial para el gas adicional". Según Aranguren, los aumentos van de la mano con la "búsqueda del objetivo de pobreza cero".
Sostuvo que los nuevos cuadros tarifarios de Edesur y Edenor con aumentos de hasta más del 700 por ciento, de acuerdo al consumo eléctrico, ocurren porque las tarifas de la generación y distribución de energía estuvieron "congeladas desde 2002" y luego sinceró que el Estado ahorrará "aproximadamente 4 mil millones de dólares" al eliminar los subsidios que en los últimos 13 años significaron "51 mil millones de dólares".
El ministro aventuró que "en un par de años", dentro del plazo de la emergencia eléctrica, la Argentina va a "poder recuperar los parámetros de calidad que supimos tener hace 10 años atrás".
Respecto del impacto que los aumentos tendrán en las negociaciones paritarias, el ministro, en diálogo con radio Mitre, se resguardó en la consigna de la búsqueda de la "pobreza cero" y, a pesar de los subas, prometió que el gobierno nacional va a "cuidar el bolsillo de los argentinos, lo que significa tener en cuenta el impacto en el presente y las consecuencias en el futuro".