El nuevo presidente de Estados Unidos es Donald Trump, el candidato republicano, magnate y empresario neoyorquino de 70 años, que aterrizó en la política como el representante antisistema que vino a patear el establishment estadounidense.
"Hillary me felicitó por la victoria", dijo Trump al hablar ante sus seguidores, minutos antes de las 3 de la mañana hora de Nueva York (una hora más tarde en la Argentina).
"A todos los republicanos, demócratas e independientes en esta nación, les digo que es momento de que nos reconciliemos como un pueblo unido", agregó Trump en su discurso, en el que incluyó elogios a su rival, al asegurar que Estados Unidos tiene una "deuda de gratitud" con Clinton.
"Vamos a buscar alianzas, no conflictos con el mundo", agregó Trump. En esa línea, y ante la euforia de sus fans, destacó que Estados Unidos -bajo su gobierno- "estará de acuerdo con todos aquellos que quieran llevarse bien con nosotros".
El candidato pudo con todo: una fuerte presión de la prensa que jugó a favor de Hillary Clinton, al igual que toda una legión de celebridades que salieron a votar "demócrata" e hicieron parodias del neoyorquino, casi como si fuera una caricatura. También sobrevivió a todo el carisma que el matrimonio Obama impuso en el final de la campaña electoral.