Quedó inaugurada este sábado una nueva muestra en el Museo Dámaso Arce que se podrá visitar hasta el 13 de septiembre. Dos de las figuras más importantes de la Historia del Arte español se combinan para mostrar un poco más de Francisco de Goya(1746-1828) y Salvador Dalí (1904-1989). El precursor de la modernidad y uno de los máximos exponentes del Surrealismo juntos para "correr los límites".
La Subsecretaria de Gestión Cultural, Agustina Marino, en compañía del Intendente Municipal José Eseverri, y varios funcionarios se dieron cita poco después de las 18 horas en la vereda del Museo Dámaso Arce para dejar inaugurada una nueva muestra.
Respecto de la expectativa que genera esta nueva propuesta, Marino dijo "sabemos que cuanto estuvo la muestra de Dalí en el año 2011 fue una exposición que supero lo previsto por todos, porque casi 30.000 personas fueron las que vinieron a visitarla. Ahora, tenemos la posibilidad de tener esta colección de 80 grabados de Dalí que tienen, como base, trabajos de Goya".
"Lo que Dalí hace, es tomar 80 grabados de Goya y empieza a poner iconografía propia de él" explicó Agustina Marino.
Asimismo, también se resaltó que es una muestra que arranca su itinerancia en Olavarría, y que está acompañada -como ya es costumbre en nuestra ciudad- de intertextualidad para ayudar a una mejor comprensión de la muestra.
Finalmente se volvió a hacer hincapié sobre las visitas guiadas (para el público en general) y para los establecimientos escolares, de los cuales ya hay 19 inscriptos y se incentivo a hacerlo a los restastes.
DOS GRANDES SE MEZCLAN Y SORPRENDEN
Casi dos siglos después de que Goya publicara los Caprichos (1799), Dalí reinterpretó el trabajo del maestro aragonés bajo la mirada de su universo surrealista.
Dalí anuló la crítica social que los Caprichos tuvieron en su época para convertir las escenas goyescas en emblemáticas imágenes de sesgo daliniano. La muestra gira alrededor del concepto de intertextualidad y se articula a través de diferentes ejes formales y textuales. Entre los temas aparecen las figuras ambiguas basadas en el método paranoico crítico de asociación espontánea, los motivos eróticos, las referencias a poetas, pintores y personajes de la historia, los elementos icónicos como los "relojes blandos" y los juegos de palabras que cambian el sentido de los originales al más puro estilo surrealista.