Patricio conoció a Riki de casualidad en la terminal de Retiro, desde donde emprendía viaje a hacia Entre Ríos. Estuvo en la terminal con antelación y ahí conoció a Riki y su historia. Ahora busca cómo cambiarle la vida a través de las redes sociales.
Patricio quiso comprarle algo de comida a Riki que compartió con él una charla, un abrazo, lágrimas; su historia. Y así fue que compartiendo, se permitieron ganarle a la indiferencia.
Cuando la emoción y las ganas de aportar un mínimo granito de arena para construir un mundo mejor, le ganan a la indeferencia, pasan historia como estas, donde algún Patricio puede ayudar a cambiar la vida de otros Rikis.
Las palabras de Patricio se conocieron a través de las redes sociales y se viralizaron rápidamente, buscando conmover a otros para cambiar, en principio, la historia de Riki. Y seguramente, la propia.