La insólita fuga de Roberto Arturo Rolando Freire, un peligroso delincuente que fue testigo en el juicio realizado en 2011 por el asesinato del abogado penalista Marcos Alonso dejó al desnudo la fragilidad del sistema de custodia del Servicio Penitenciario Bonaerense y encendió la polémica sobre el régimen de visitas transitorias.
Freire de 57 años estaba cumpliendo condena en una Unidad Penal de Junín y se fugó el último lunes por la tarde mientras visitaba a su hija en Tandil, escapando por los fondos de la vivienda reseña el portal ABC Hoy.
El delincuente ya había protagonizado un escape en 2004 de la Unidad 27 de Sierra Chica junto a Roberto Eliseo Castilla Rocha, uno de los dos condenados a prisión perpetua por el crimen del abogado olavarriense Marcos Alonso.
Meses después fue recapturado en la ciudad de Benito Juárez cuando intentaba abordar un colectivo y permanecía desde ese entonces alojado en la Unidad Penal 16 de Junín.
En 2011 declaró como testigo de la defensa de Castilla Rocha en el juicio por el crimen de Marcos Alonso donde "describió una red delictiva que involucra a Alonso, funcionarios judiciales y empresarios del transporte" y mencionó al destituido juez Antonio Saladino.
Por su escape en las últimas horas el Servicio Penitenciario bonaerense dispuso el relevo del Jefe de la Unidad Penal 16, Prefecto Mayor Raúl Zubieta, donde Rolando Freire estaba detenido y gozaba con beneficios de salidas.
Roberto Arturo Rolando Freire posee un amplio prontuario que incluye delitos de asaltos a mano armada y privación ilegal de la libertad por lo que había sido condenado a 22 años de prisión por el delito de "privación ilegal de la libertad agravada (cinco hechos) en concurso real con robo calificado por el uso de armas y en despoblado (cinco hechos), todos en concurso real".