La Feria del Libro Independiente y Autogestionada (FLIA) lleva casi diez años de vida en la ciudad de Buenos Aires y se convirtió lentamente en una propuesta alterativa para la circulación de autores y obras literarias al circuito hegemónico.
Desde hace un tiempo, la iniciativa comenzó a replicarse en ciudades del interior y este domingo tuvo su primera edición en Olavarría, con la promesa de sostenerse y rotar, en forma itinerante, por diversos puntos de la Ciudad.
La feria se llevó a cabo en la sede de Espacio Cultural Insurgente de calle Belgrano entre Pringles y 9 de Julio y contó con editores y libreros independientes de la Ciudad y Capital Federal.
Varios de sus impulsores hablaron con Infoeme y explicaron los objetivos centrales de la propuesta.
Fernando, uno de los fundadores del movimiento en Capital Federal, contó que la FLIA es "una feria autogestionada de gente que tiene ganas de hacer libros y los hace o de exhibir libros. Por lo general se hace lo posible por no tener contacto ni con el Gobierno ni con la política y bancarlo por nosotros mismos y que sea independiente" contó.
"Surge hace más o menos diez años con gente que quería entrar a la Feria del Libro y como no pudieron entrar hicieron la Contraferia , ahora entraron, - se ríe- pero yo continúo y se sigue haciendo" señaló.
Por su parte, Santiago de "Macondo Librería Itinerante" comentó que la idea de traer la feria a la Ciudad surge "cuando se festejaron los nueve años de Insurgente y hubo una movida así y de repente nos encontramos con muchos libreros y era una idea parecía a lo que es la FLIA y surgió la idea de traerla acá" dijo y aclaró que si bien "el protagonista es el libro se abre a otras actividades culturales".
En sintonía con su colega, Juan Weisz de Insurgente expresó: "la idea es hacerla itinerante por la ciudad. Que pueda girar y se pueda revalorizar el espacio público. Que se haga en espacios culturales, bibliotecas pero la idea es girar por otros sectores y quien dice llegar a los barrios o con la gente de Artes Visuales que lucha por un edificio propio. La consigna o idea es que la cultura tome la calle" sostuvo.
Por último, Marcelo Galván de la Biblioteca 1° de Mayo se refirió a la importancia de abrir nuevos espacios culturales para que la cultura no se concentre en la zona céntrica y llegue a los barrios: "aquellos que ya estamos organizados como es el caso de la Biblioteca y si bien estamos en el centro, vemos que la ciudad crece y hay lugares marginados dentro de las actividades culturales gubernamentales y queremos proponer estas actividades a la gente de los barrios" argumentó.