A diferencia de años anteriores, donde se han registrado importantes decomisos de mercadería, durante esta semana la Dirección de Inspección Sanitaria y Bromatología municipal no detectó irregularidades en comercios que venden pescados y mariscos.
Con motivo de la Semana Santa, la dependencia intensificó controles en pequeños comercios, supermercados e hipermercados. Se midieron el PH y la temperatura de los productos y en todos los lugares inspeccionados dieron bien, según se informó.
Por otro lado, Bromatología brindó recomendaciones para los consumidores, para darse cuenta cuándo los pescados y mariscos están frescos a Infoeme.
Respecto al pescado, éste debe presentar la piel húmeda, brillante y lustrosa; un color normal, con tintes fuertes y vivos; olor "a algas marinas frescas" (en el pescado de mar) o "agradable a río" en el caso del pescado de agua dulce. En cuanto a los ojos, deben estar esféricos, salientes (convexos), transparentes y dar sensación de vivacidad. Las branquias (o agallas) deben ser de color rojo brillante y sin presencia de mucus. Las escamas deben ser abundantes y difíciles de sacar. Respecto a la carne, el músculo debe presentarse brillante y firmemente adherido a la columna vertebral y espinas.
En cuanto a los mariscos; se destaca que los moluscos (mejillones, almejas, cholgas y berberechos) deben ser desechados en caso que sus valvas se encuentren rotas. En el caso de los calamares, éstos no deben tener manchas sanguinolentas, los ojos deben ser brillantes y salientes, y la carne tiene que estar consistente y elástica. Los indicadores de envejecimiento son: piel pegajosa y teñida de color violeta intenso, olor penetrante y desprendimiento de la cabeza del tubo o cuerpo.
Por su parte, los camarones y langostinos no deben presentar manchas negras, olor desagradable o des-prendimiento entre cabeza y tronco. Las patas deben ser firmes y no desprenderse.
La temperatura de conservación de los mariscos es de 0°C en productos frescos y -18°C en productos congelados.