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La muerte de Sofía, la bebé de nueve meses que murió el último sábado tras permanecer en estado crítico poco más de medio año, pone el foco en la historia familiar que rodea al trágico caso.
La pequeña había ingresado al Hospital de Pediatría en Febrero con fracturas en sus costillas y un paro cardiorrespiratorio, en estado crítico.
Si bien la Justicia penal consideró que no hay elementos para imputar a los padres por un caso de violencia y los estudios de autopsia realizados en las últimas horas tampoco arrojan elementos contundentes, las investigaciones desde Juzgado de Familia apuntan al estado de salud mental de los progenitores.
Una fuente vinculada al caso se refirió a una serie de antecedentes que dan cuenta de “negligencia”, “despreocupación” y hasta “grado de delirio” de los padres, una familia nómade proveniente de Junín.
El parto fue domiciliario. Recién nacida, cuando arribó al Hospital llegó una infección en el cordón umbilical sostenido con un broche de ropa.
Pasados tres meses regresó al Hospital en estado crítico con fracturas en sus costillas y un paro cardiorrespiratorio.
Desde ese momento actuó el Servicio Local con una medida de protección o de abrigo para la pequeña y su hermano César, de dos años, quien estuvo en un Hogar y que luego sería trasladado a Corrientes con sus tíos paternos.
La despreocupación de los padres se manifestó incluso durante el tratamiento ya que permanecieron fuera de Olavarría por casi un mes para “ir a vender perfumes” confiaron fuentes ligadas a la investigación.
Según pudo saber Infoeme la Justicia analiza realizar pericias y no descarta la internación de los padres biológicos.