-------------------
Mauro Szeta, especial para Infoeme
Lo cierto es que los secuestros extorsivos, si bien son cortos, nunca dejaron de gozar de buena salud.
Es cierto que no se trata de secuestros largos y agresivos como años atrás, que incluso podían derivar en un crimen, pero lo concreto es que hay nuevos delincuentes, jóvenes y descontrolados que le tomaron el gustito a la historia de secuestrar y pedir rescate. Y ahí radica la preocupación.
Si bien son capturas de no más de tres horas de duración, los delincuentes están sacados y dispuestos a todo, incluso a matar.
Cuando se conoció el secuestro del padre de Carlos Tévez, los fiscales federales de Morón, San Martín y Tres de Febrero coincidieron por lo bajo: "ahora se sorprenden".
Es que en el último mes, es decir, julio, por lo menos en Morón y Tres de Febrero se habían consumado 15 secuestros de esa gama, y de eso, nadie hablaba.
Lo certero y póngale la firma es que los secuestros están más vivos que nunca. Y eso es preocupante, sin dudas.