---------------------
El hijo de desaparecidos, Juan Pablo Villeres se refirió al fallo judicial por el que fueron condenados cuatro represores en la causa Monte Peloni – tres de ellos a prisión perpetua- y consideró que la sentencia “nos aproxima a un sentido de justicia, aunque hayan pasado más de 37 años” sostuvo.
En diálogo con Infoeme el abogado indicó que el veredicto “es un punto más en esta larga lucha que no va a terminar nunca por reencontrarnos con nuestros queridos familiares detenidos-desaparecidos. Nos da algo de paz y de tranquilidad saber que algunos de los artífices del genocidio argentino son condenados y que formaron parte del secuestro y la desaparición de mis viejos (Rubén Villeres y Graciela Folini)”.
“Nos da fe, esperanza, la gran cantidad de personas que de distintas maneras han acompañado este proceso. Por supuesto que una sentencia no termina con el dolor. Pero acercarnos, darnos esta paz que significa que los autores estén encarcelados en cárceles comunes como corresponde a delincuentes y máxime por el tamaño de los artífices del genocidio argentino nos da paz, tranquilidad y un mensaje alentador hacia al futuro, para la construcción de una sociedad mejor, transformada, en donde la memoria, la verdad y la Justicia no sean una bandera sino que se haga carne, esté naturalizado en nosotros porque no va a trasformar en una sociedad mejor” destacó Villeres.
Respecto a la reducción de la pena de Horacio Rubén Leites a ocho años de cárcel consideró que “por cuestiones técnicas no se ha llegado a la máxima condena para Leites. Aún así la revocación de los beneficios, el traslado a una cárcel común del resto de los imputados es una pena pesada, acorde a los delitos que se comprobaron en este debate. Hay una parte de la condena que no nos satisface pero en general ha sido una condena dura, ajustada. La pena ha sido acorde a lo que se ha probado” evaluó.
Por último se refirió a la continuidad de las investigaciones en la causa Monte Peloni II:
“Se está instruyendo y ampliando la cantidad de imputados porque naturalmente no fueron cuatro delincuentes los que tenían la posibilidad de generar un mecanismo represor para secuestrar, torturar, hacer desaparecer y amedrentar a la sociedad. No han sido cuatro sino que veremos en la segunda parte como esa imputación se amplía a una cantidad importante de funcionarios públicos que formaron parte del aparato y esperemos también que haya actores civiles que fueron también una pata importante del genocidio” concluyó.