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El intendente José Eseverri conversó con Infoeme en la apertura del Museo “Hermanos Emiliozzi”. “Nos llena de orgullo, alegría y emoción. Ellos se lo merecían, y la Ciudad también. Hay pocos ídolos a lo largo de la historia local y, tal vez, ellos sean los más grandes” fueron las primeras reflexiones.
Luego destacó que los Gringos, “dejaron muchas lecciones de vida con sus valores para competir, en su taller, a la hora de innovar y ser creativos. Son características que en distintos aspectos los olavarrienses lo mantenemos vigente”.
Se sorprendió por la grata “respuesta de la gente de Olavarría en esta apertura, pero también la que recibí de gente de distintos puntos del país que realmente tienen un recuerdo y presencia de lo que significaron los Gringos en su carrera deportiva”.
Reconoció que “esta obra también tiene un valor personal porque en su momento mi padre comenzó a construir este homenaje a los Emiliozzi. Recuperó la Galera, que se podría haber ido de Olavarría y la Municipalidad la pudo comprar. Luego con la adquisición de este edificio y, hoy por hoy, con esta reconstrucción que lo ponen a la altura de los mejores museos deportivos del país”.
Eseverri comentó que “hay muchos vehículos en exposición ahora en este Museo. Algunos fueron acercados por el museo de Fangio, otros por Nuchi Spinella. También está el del Chueco Romero que fue un aporte de él. Van a estar un tiempo y luego irán rotando los vehículos. La experiencia que nos brindó la gente del museo Fangio es muy rica y nos permitirá sostener el de los Emiliozzi con actividades”.
Seguidamente recordó que “hace tres o cuatro años me junté a cenar con Nuchi Spinella y le dije que el Museo tenía que estar muy bien hecho porque va a convertirse en uno de los símbolos de la Ciudad. Será un lugar de referencia para mucha gente que venga a Olavarría a conocerla. El Museo será parte de nuestra comunicación junto a otros espacios culturales”.
En el final, el Intendente indicó que “con las hijas de los Gringos se trabajó mucho desde hace por lo menos un año y medio. Trabajaron codo a codo con Agustina Marino, Mariano Castro, Susana… es decir con todos los que estuvieron en el día a día para la concreción del museo e hicieron un control de la historia y que sea un fiel reflejo de lo que pasó. La familia Emiliozzi tuvo una altísima participación en todo esto”.