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Marcelo Oliván / infoeme.com
Como toda selección, la que sigue es arbitraria y seguramente generará discrepancias, porque afecta a la zona más sensible de la política: la construcción de poder. De todos modos, y en la abundancia de hechos políticos de 2006, se trató de priorizar los que tienen efectos de largo plazo. Es decir, se atendió a lo estructural antes que a lo coyuntural.
Y quedó en el listado, sin ordenamiento alguno, lo siguiente:
La salud (y la candidatura) de Eseverri. Para el oficialismo es el hecho político del a?o, porque allí gustan dar todo por superado. En realidad, y como el futuro está abierto, se trata del hecho político de mayor influencia electoral que deja el 2006. Helios Eseverri fue operado en abril de un tumor en el páncreas y tras menos de dos meses de post-operatorio volvió a la función y su recuperación ha sido asombrosa. Pero él ha sido el primero en marcar que hacia el futuro su evolución es un tema abierto. Aun así, en setiembre se lanzó como candidato a Intendente de Olavarría. Tenía el objetivo de cercar el espacio K, instalar su apellido como postulante y obligar a Mario Cura a lanzarse como candidato. Lo logró a medias: Cura nunca se lanzó como tal y mantiene la expectativa. La salud de Eseverri es un factor de tal peso que incide de modo real incluso en los cálculos diarios de la oposición.
La renuncia de Solá a la reelección. Las dos vertientes kirchneristas locales abrevan de diferente cántaro. El eseverrismo tiene línea directa con Néstor Kirchner. El curismo orbita alrededor de Felipe Solá. Cuando Solá debió abandonar sus intentos de relección por orden de Kirchner el impacto local fue directo. El curismo todavía está asimilando el golpe, aunque su estrategia de confrontación local no varió un ápice. Hay signos seccionales y locales del da?o causado por la salida del Gobernador de los principales lugares de definición política de la Provincia, aunque todo indicaría que el curismo tiene un desarrollo territorial que le permitiría acceder sin problemas a una lista colectora para la Intendencia. Será por los votos que puede aportarle al kirchnerismo y porque el kirchnerismo sabe que si le cierra al matrimonio Cura la boleta para que jueguen adentro del espacio K los obligarán a pelear la Intendencia jugando para la contra.
Los pases. Primero fue el pase de Domingo Vitale (PJ) al eseverrismo, seguido sin salto de bloque por su esposa, la concejal Liliana Schwindt. Luego fue Gustavo Alvarez, que se incorporó al curismo local, a pesar de que él mismo asegura que es un aliado y no un integrante de ese sector. Vitale es actualmente director de Industrias Hospitalarias del Ejecutivo y tiene expectativas de crecimiento dentro del kirchnerismo eseverrista. Alvarez será el seguro primer candidato a concejal de la lista del curismo en caso de que ese sector consiga una colectora para pelear con el eseverrismo la Intendencia de Olavarría.
21 de julio de 2006.Omar Iturregui toma agua: acaba de ser condenado por el Tribunal.
La condena a Omar Iturregui. La primera vez en la historia de Olavarría en que un Tribunal Criminal Penal condena a un funcionario municipal por delitos contra la administración pública y una de las pocas en que eso sucede en la Provincia interior. Omar Iturregui fue condenado a tres a?os de prisión en suspenso por los delitos de estafas y fraude, por hechos cometidos cuando era el director de Viviendas del Gabinete del eseverrismo, entre 1996 y 1999. Daniel Amestoy fue absuelto. El mismo fallo ordenó a la Fiscalía investigar a todo el Ejecutivo encabezado por Helios Eseverri por presunta complicidad en los delitos sancionados.
El cambio de eje en la Sección. Las sucesivas salidas de la escena provincial de Eduardo Duhalde (primero) y Felipe Solá (este a?o), sumado al ascenso del eseverrismo en el esquema K, terminaron de configurar un nuevo mapa en la Séptima Sección, a la que pertenece Olavarría. La primera consecuencia es la pérdida de peso del aparato duhaldista en la instalación de los candidatos a legisladores, con la disminución de relevancia de dirigentes como Miguel Di Salvo (25 de Mayo), Nicolás Castiglione (Azul) y hasta el ex jefe supremo del PJ seccional, Isidoro Laso (Bolívar). De esa época viene zafando Alicia Tabarés, todavía en carrera, pero sin la continuidad asegurada como legisladora. La Sección ya sigue la misma lógica del kirchnerismo: menos aparato (del PJ) y mayor poder territorial (alianzas con cuanto intendente o gobernador se pueda). En consecuencia, Olavarría, con 70 a 80 mil electores pasa a ser la principal plaza electoral de la región. El hecho de que un kirchnerista olavarriense de origen radical, Héctor Vitale, esté en el pelotón de los dirigentes con posibilidades de ser diputado provincial en 2007 es consecuencia de todos los cambios anteriores, consolidados durante 2006.
La renovación generacional. Si hasta las elecciones de 2005 tallaron hasta último momento las figuras tradicionales de la Sección, 2006 fue el a?o de la entrada definitiva de nuevos actores a la escena. Anote: a) decenas de jóvenes de nueva actuación en las dos vertientes (curista y eseverrista) de la Séptima Sección; b) el peso de referencia seccional K de Walter Abarca en Saladillo, Nicolás Lasa en 25 de Mayo, José Eseverri en Olavarría, Mariel Urruti y Luis Conti en Azul, Eduardo “Bali? Bucca en Bolívar, Gustavo Cocconi en Tapalqué; c) el rol de armador y nexo interno de la UCR seccional que tomó el diputado bolivarense Juan Carlos Morán para evitar que el radicalismo se divida y le regale los seis legisladores 2007 al kirchnerismo; d) la consolidación de actores ya conocidos a nivel local pero que buscan roles seccionales como Héctor Vitale y Alberto Hernández y e) el empuje por ingresar y/o quedarse en la escena con independencia del referente que los instaló en el lugar de Marcelo Urlézaga, Liliana Schwindt o Franco Cominotto. Todos marcan que el nuevo escenario montado en el 2006 tiene protagonistas de entre 30 y 40 a?os que llegaron para quedarse y pelear lugares palmo a palmo con los que estaban. Estos veteranos saben que deberán hacer un esfuerzo adicional de demostración de aptitudes para no ser desplazados en los próximos 4 a 6 a?os.
UCR: armando el post-eseverrismo. Tras 23 a?os de ser segundo apellido detrás del de Eseverri, en 2006 la UCR debió levantarse y armar su estructura con nombres autónomos. No lo había logrado en 2005, cuando el eseverrismo le taponó la lista de concejales con Cristian Delpiani, que traccionaba la boleta para atrás. 2006 será el a?o donde por primera vez el radicalismo de Olavarría arma un esquema de candidatos propios para poner en escena. Ernesto Cladera como candidato a Intendente y Franco Cominotto buscando la diputación, junto al aliado socialista Marcelo Galbán como postulante al Concejo, forman parte del bosquejo inicial. Probablemente esa fórmula deba pasar por el tamiz de alianzas más amplias y no llegue intacta a octubre de 2007, pero tiene el mérito de ser la primera tras el destrozo provocado por los Eseverri al saltar al kirhnerismo.
PJ: entre la nostalgia y el futuro. Víctima de sus propios conflictos internos, el peronismo quedó hasta el momento a la vera del proceso de suma de poder del kirchnerismo. Están cerca, pero todavía no cobran nada. De todos modos, en 2006 quedó en claro quiénes están en ese espacio, en todo o en parte: Alicia Tabarés, Miguel Santellán y Alberto Hernández. De lo que suceda “arriba? dependerá el modo en que se incorporen, o no, al kirchnerismo en versiones locales.
La confrontación total. Lo que en otro momento fue casi una sociedad por conveniencia ahora es la puja total entre el eseverrismo y el curismo. En el enfrentamiento no dejó espacio sin impactar. Volvió a Coopelectric donde el curismo se sacó de encima, en la conducción, a Julián Abad y a Enrique Alfieri (h), quien no tiene más militancia oficialista que el apellido. El eseverrismo también avanzó en ese frente, amenazando con sacarle a la entidad el mantenimiento del alumbrado público. Si ese forcejeo era previsible, no lo era el clima enrarecido y de confrontación entre bandos y a muerte que rodeó y rodea a escenarios que venían quedando al margen de la lucha por los espacios, como el Consejo Escolar o ?insólitamente- el robo de cables y la exigencia de mayor seguridad a la Policía Distrital. 2006 fue el a?o de la guerra en todos los frentes. 2007 será el de la batalla final.
Los que deben salir. El que mejor capta las aspiraciones de renovación dirigencial instaladas en la sociedad es Eseverri, que va para los 77 a?os. En 2006 entendió que debía sacarse de encima todo lo que oliera a pasado o irregularidad si quería reciclar su veterana figura. Salieron del Gabinete el subsecretario de Asuntos Sociales Juan Aranzábal y el director de Control Municipal (y sospechado de formar parte de grupos de tareas en la dictadura) Omar “Pájaro? Ferreira. Los reemplazaron funcionarios jóvenes y sin manchas. De hecho, Gustavo Nanni ?golpeado por el conflicto del Consejo Escolar- nunca cotizó para reemplazar a Aranzábal, cuando por a?os fue su sucesor natural.
17 de noviembre de 2006.Reunión a solas entre Kirchner y Eseverri en la Casa Rosada.
El a?o de la línea directa con la Rosada. Por primera vez en la historia local, un Intendente tiene acceso directo y a solas con el Presidente de la Nación. Ese hecho diferencial, cristalizado en la reunión del 17 de noviembre de 2006, radica en lo mismo que a Eseverri se le criticó de modo implacable en 2005: su acercamiento a Néstor Kirchner sin condicionamientos. En esa reunión Eseverri obtuvo la promesa de 1.000 viviendas para Olavarría y la licitación de la obra prometida de modo cíclico por los políticos locales: el enlace de la ruta 3 con la 226, todavía en veremos. Pero la diferencia sustancial es política, y hace al peso de Olavarría en la Sección.