Las nuevas tecnologías y el uso que hacemos de las nuevas herramientas siguen dependiendo del "hombre". Es necesario después de haber ampliado tanto los alcances de las mismas, limitar los accesos; y uno de esos accesos es el sueño y nuestro cerebro.
Es recomendable que una hora antes de disponerse a dormir, no se tenga contacto con aparatos eléctricos por las ondas que irradian, pero aún así dejando fuera de competencia a la televisión o la radio, los celulares parecen ser imbatibles. Porque uno no se despega de ese "móvil" que nos hace creer que controlamos lo que pasa, mientras en realidad invade cada una de nuestras actividades, incluso el moemnto de descanso, y este pierde su esencia.
El uso extensivo de estos aparatos tiene mucho que ver con la cantidad de tiempo que le toma a una persona quedarse dormido.
¿Por qué pasa? Hace tiempo otro estudio apuntó a que la luz de la pantalla, que al parecer interfiere con la producción de la hormona del sueño. Pero no sería el único motivo. También apuntan a la radiación electromagnética que generan los gadgets.
Y no sólo tiene que ver que mires el dispositivo, sino qué es lo que hacés en él. Mirar redes sociales y noticias, por ejemplo, sobreestimula el cerebro.
¿Qué se puede hacer para solucionar este problema? Podés usar dispositivos, pero no el teléfono. Leer un libro sería ideal. Trabajar con la respiración con los más predispuestos o simplemente, conectar mente y cuerpo con un estado de relajación inducido a través de alguna infusión caliente. Volver a cuando la tecnología estaba fuera del cuarto.