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Es imposible imaginar un mundo donde ciencia y desarrollo tecnológico no vayan de la mano. Desde el surgimiento de las diversas industrias los avances científicos han contribuido al desarrollo constante y ambas esferas crecen a la par. Así, las diversas investigaciones que se realizan en la Facultad de Ingeniería de la Unicén apuntan a fortalecer esta relación, y por eso fue elegida por una investigadora mexicana para avanzar en estudios que mejoran una variedad de plástico transparente de gran utilidad para la industria óptica, como para la medicina y la cosmética.
En los laboratorios del Departamento de Ingeniería Química y en el marco de un proyecto bilateral con el Centro de Investigaciones de Química Aplicada (CIQA), ubicado en Saltillo, capital del estado mexicano de Coahuila, la ingeniera química Karla María Delgado Rodríguez trabaja en la síntesis de polímeros que modifican las propiedades del plástico para acelerar su tiempo de elaboración y fortalecer sus propiedades.
Karla tiene 28 años, es oriunda de la ciudad de Durango, y es el segundo año consecutivo que la ingeniera desarrolla sus estudios en la Facultad con gran satisfacción. Ya en 2013 trabajó con la descomposición del material, y ahora volvió para evaluar su reacción en presencia de diferentes solventes y dentro del campo de la nanotecnología. Esas nanopartículas que son integradas luego al plástico son las que tienen la capacidad de modificar sus propiedades y de poder controlar su compuesto, lo que significa un gran avance en la aplicación de plásticos de mejor calidad que podrán incorporarse gradualmente a objetos de uso cotidiano.
La investigación es comandada por el doctor en Ciencias Exactas, Gastón Barreto, docente de Ingeniería y especialista en la generación de nanocompuestos poliméricos. Los avances son supervisados por la doctora en Tecnología de Polímeros Graciela Morales Balado, egresada del Profesorado en Física y Química de la Facultad, quien hace más de veinte años reside en México, y trabaja en el CIQA.
Trabajo en equipo
Como en una película de ciencia ficción, las nanopartículas tienen el poder de modificar las propiedades de los plásticos y hacerlos más resistente a los rayos UV, o dotarlos de más poder antimicrobiano, por ejemplo. Delgado no trabaja con cualquier plástico sino que se centra en el polimetracrilato de metilo (PMMA), que se utiliza para lentes de contactos, anteojos y elementos transparentes. Este material tiene la cualidad de ser duro, resistente, transparente, de excelentes propiedades ópticas con alto índice de refracción, buena resistencia al envejecimiento y a la intemperie. "Las ventajas que adquieren modificando propiedades pueden aplicarse para mejorar la vida útil de prótesis óseas, dentales e incluso estéticas", agregó la ingeniera. "En México se hace la polimerización, es decir, la obtención del material, y acá analizamos cómo reacciona en diferentes medios, ante distintos solventes, y de acuerdo a esos indicios sabemos cómo se va a comportar", amplió.
En la Facultad el equipo de trabajo produce el material en un tiempo aproximado de 40 minutos que, según Delgado, es un tiempo breve. "La ventaja que nos dan es que en tiempos cortos se descomponen rápido e inmediatamente puede comenzar con la polimerización. Hemos estado obteniendo polímeros en 30 ó 40 minutos, cuando antes tardaban hasta 8 horas. Esto es muy importante a nivel industrial porque reduce costos energéticos", indicó. A su vez cada nanopartícula le aporta al material diferentes propiedades que mejoran notablemente sus cualidades y aplicaciones.
Sin dudas, los adelantos como este son extremadamente extensos, complejos, y proyectan un futuro donde investigaciones como las que se realizan en la Facultad de Ingeniería cumplen un rol fundamental en la construcción de conocimiento y su aplicación en la industria, una relación que continúa generando horizontes ilimitados.