Río de Janeiro tuvo un amanecer espléndido. Soleado, caluroso y húmedo. Era una jornada ideal para recibir al rugby tras 92 años de ausencia en los Juegos Olímpicos. Las banderas celestes y blancas decoraban una escenografía magnífica. Los Pumas debutaban en Río frente a Estados Unidos. El heroico 17-14 final para los dirigidos por Santiago Gómez Cora, dejó dos grandes preocupaciones: las lesiones ligamentarias de Rodrigo Etchart y Javier Rojas. Ambos tendrán seis meses de recuperación.
Bajo esa mezcla de emociones, los Pumas debían cruzarse con Fiji, el mejor seleccionado del circuito seven, y a sólo cinco horas de haber ganado ante Estados Unidos. Bautista Ezcurra y Matías Moroni reemplazaron a los lesionados en la formación titular.
Fiji convirtió un try al minuto y medio de haber iniciado el partido. Los Pumas se recuperaron, sorpresivamente, con dos tries: el primero de Franco Sábato y el segundo de Santiago Álvarez. La ilusión duró demasiado poco. Con una potencia descomunal y un talento innato, los oceánicos dieron vuelta el marcador en dos ataques. Fue 21- 14. Resultado esperado que ubica a Fiji en el primer lugar de la Zona A.
Mañana frente a Brasil, desde las 13 hs, la Selección Argentina de rugby buscará la clasificación a los cuartos de final. Una victoria será fundamental para alcanzar el segundo puesto y, de esta manera, poder evitar a las otras dos potencias del torneo: Nueva Zelanda y Sudáfrica.