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Con una emotiva ceremonia, el presbítero colombiano Gabriel Mejía Montoya ofició el cierre del Simposio Internacional “Creando Alianzas para la Inclusión Social” en el Teatro Municipal.
El intendente José Eseverri, el secretario de Desarrollo Social, Cristian Delpiani se hicieron presentes en el acto. Eduardo Vera (Cumelén); Fabián Chiosso (FONGA); y Jorge Blanco (Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas WFTC) fueron los encargados de las palabras de cierre.
Al finalizar las palabras de cierre del Simposio, el Pbro. Gabriel Mejía Montoya, quien en sus casi 30 años de trabajo al frente de Hogares Claret ha logrado recuperar de las garras de la drogadicción, el abuso y la violencia armada a cerca de 45 mil niños, niñas y adolescentes; ofició la denominada Ceremonia de la Luz para todos los presentes.
El sacerdote colombiano hizo subir al escenario a todos los jóvenes que integran las Comunidades Terapéuticas Cumelén y El Palomar, quienes previamente repartieron velas entre el público para llevar adelante la ceremonia.
Gabriel Mejía Montoya: “Hoy estamos celebrando la vida, ustedes nos congregan muchachas y muchachos a ir caminando con entusiasmo”.
“Estos días han sido días mágicos, qué bueno encontrarnos juntos, un encuentro integrador, gratificante. Sentir que unidos somos más”, con estas palabras dio inicio a la ceremonia.
Dirigiéndose a los chicos de las comunidades terapéuticas, les dijo: “Muchachos, toda está gente que está aquí los quiere, y esta celebración es un agradecimiento a Dios por haber esperado hace muchos años gente maravillosa que pensó en crear un refugio, un hogar, que quiso encender un hoguera que no se apagará nunca. La palabra hogar viene de hoguera, hoguera es calor, es transcendencia, es luz. Hoy estamos celebrando la vida, ustedes nos congregan muchachas y muchachos a ir caminando con entusiasmo, a crear una Federación de Comunidades Terapéuticas, firme en el amor, con compromiso de defender seriamente la dignidad”.
El presbítero Mejía Montoya, instó a que: “Mantengamos el fuego, mientras haya fuego, y calor, mientras la hoguera esté prendida y el amor de sus corazones salga, tendremos mucha luz. Aquí hay mucha gente que está trabajando desde hace mucho tiempo, que bueno es encontrar gente de las empresas, nuestro intendente, encontrar esta gente maravillosa, servidores de la humanidad, de Fonga, de las comunidades terapéuticas, y todas estas instituciones que trabajan por la vida”.
“Nosotros estamos haciendo algo mágico, estamos creando comunidades, lugares de encuentro, la comunidad como el lugar de la fiesta, la comunidad como el lugar del perdón, como el lugar de la misericordia, como el lugar de la compasión, del crecimiento personal, donde trabajamos y comenzamos a brillar con la belleza y la total integración”, cerró emotivamente el sacerdote colombiano.