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El director de Inspección Sanitaria y Bromatología del municipio, Federico Larroudé, dio detalles de los cuidados que hay que tener para prevenir enfermedades producto de la manipulación de alimentos que deben conservarse con cuidado de conservación dentro de la cadena de frío y calor.
Larroudé explicó que desde la Dirección de Bromatología se realizan controles habituales y sorpresivos en pequeños y grandes expendedores de comestibles, pero que también el consumidor debe convertirse en observador y denunciar a quienes crean que apagan heladeras o que los equipos no funcionan correctamente.
Bromatología controla desde los kioscos hasta los Híper o distribuidores mayoristas, explicó el médico veterinario, quien recordó que el decomiso de tres mil kilos de lacteos de un distribuidor mayorista se logró porque un cliente observó demasiada temperatura en el local y en las heladeras.
“Todos los productos que llevan refrigeración tienen el rango de temperatura al cual tiene que estar conservado en el envaseâ€, advirtió Larroudé. “Por ahí es muy difícil determinar si está a la temperatura correcta a simple vista por parte de los consumidoresâ€, comentó.
“Pero el consumidor debe ir rápidamente a conservar el producto en una heladera para no ser él mismo quien rompa la cadena de frío en el trayecto de un comercio a su domicilioâ€, explicó.
“La mayoría de los productos deben estar por debajo de los 7 grados, y lo que es congelado o de freezer tiene que estar en -14 ó -18 gradosâ€.
“El consumidor debe comprar último lo que se lleva frío, tanto en los supermercados o en una despensaâ€, indicó.
“La complicación en el corte de la cadena de frío es en cualquier producto; yogures, cremas, postres, productos cárnicos, pescado y pollo; la temperatura de conservación es de dos grados bajo cero a los dos grados en todos lados, inclusive en nuestra casaâ€, aseguró.
“Y la carne es un medio de cultivo y alimento para todo tipo de bacterias, debe tener una temperatura que no sobrepase los 6 ó 7 grados. lo que no se consume se vuelve a poner en la heladera, no hay que dejarlos afuera o arriba de la mesada. No debemos cortarle la cadena de fríoâ€, afirmó.
Pero además agregó que, “los productos que se compran en días de mucho calor lo recomendable es hacerlo lo más temprano posible o lo más tarde posible. Con unos 30 grados o más de ambiente se corta enseguida la cadena de frío, pero además adentro del auto o en el baúl del vehículo donde la temperatura es muy elevadaâ€.
“Pero también hay que tener en cuenta que no se corte la cadena de calor de un producto elaborado en una rosticería o en un asador. Todos los productos que estén cocidos tienen que tener un método de conservación, o que estén adentro de la heladera o que estén por encima de los 60 grados, que tenga conservación en calorâ€, precisó.
“Nunca hay que comprar ni milanesas ni tartas ni lechón cocinado que estén a la vista, encima del mostrador, sin tener algún método de conservaciónâ€.