Fotos y nota: Jorge Scotton / infoeme
El espectáculo es una cronología que "cuentar la historia de Florez", según ella misma dijo. Inicia con una imitación de Xuxa: "abrí con Xuxa porque fue mi primera imitación". Le siguen, sin parar, sin descanso, Tita Merello, Susana Giménez, Moria Casán, Shakira, Evita, Madonna, Michael Jackson, y una sucesión de personajes sin maquillaje ni vestuario por los que pasa por: Nacha Guevara, Solita Sylveira, Graciela Alfano, Laura Fidalgo, La Xipolitakis, Silvia Suller, y Carmen Barbieri entre otros, para finalizar con un emotivo homenaje a la cantante de cumbia Gilda.
La complicidad necesaria del actor Julián Labruna para que Florez se cambie entre cuadro y cuadro, mete en escena a el personaje llamado Leo Tusikis un psicólogo que abre un juego con la platea para averiguar, durante el transcurso del espectáculo, si Fátima Florez es "una OGT (Observadora Genial Talentosa) o una persona con serios trastornos de personalidad."
La actriz juega con el público al que hace participar de los cuadros de Susana Giménez y Moria Casán. Entrega premios de patrocinadores capitalinos y locales y busca un cómplice en la primera fila que es blanco de todos los personajes. El de Olavarría fue un hombre que tenía una camisa a cuadros al que bautizó como "mantelito".
Quizás la gran mayoría de los espectadores esperaban la presencia sobre el escenario de la presidenta Cristina Fernández, pero debieron conformarse con una breve participación telefónica en el cuadro de la imitación a Susana Giménez cuando al "juego del millón" ingresa un llamado de Florencia de Olivos, que estaba acompañada por su hermano Máximo, su mamá Cristina y su tío Aníbal. Florez dejó de imitarla a la presidenta tras la aparición sin vida del cuerpo del fiscal Alberto Nisman.